Los trabajadores autoconvocados de la salud dijeron basta. Cansados de esperar por una convocatoria del Gobierno a discutir mejoras salariales, decidieron profundizar las protestas e iniciar un paro total de actividades desde hoy.

El recrudecimiento de la retención de servicios que mantiene el sector desde hace 15 días fue votado ayer al mediodía, durante una asamblea interhospitalaria que se extendió por más de dos horas.

La medida de fuerza consistirá en el cierre total de los consultorios externos. De esa forma, los profesionales sólo garantizan la atención en las guardias, el chequeo de los pacientes internados en riesgo y la realización de cirugías de emergencia. Además, de manera simbólica, las puertas principales de los hospitales permanecerán cerradas.

Sin plazos
El quite total de colaboración, según lo reconocieron delegados del sector, no fue aprobado por unanimidad. Sin embargo, se prevé que el acatamiento supere el 90%. "Si fue unánime para todos los hospitales de la capital. Algunos, en el interior, tienen miedo a las sanciones y a las presiones. Aún así, hospitales importantes del sur decidieron cerrar las puertas", detalló el médico Carim Asus (hospital Centro de Salud).

El disparador de la protesta es la negativa del Gobierno a reunirse con una comisión de los autoconvocados en paritarias. De hecho, ese compromiso figura en el punto ocho del acta acuerdo firmada por el Poder Ejecutivo en 2009, tras la mediación de la Iglesia. Por ese motivo, el paro se extenderá hasta que haya un llamado oficial.

"Esto es por tiempo indeterminado; o somos convocados por el Gobierno, o seguimos de paro", sintetizó Estela di Cola, representante del Hospital de Niños. La delegada explicó que durante la primera etapa de retención de servicios, los profesionales atendieron entre tres y cuatro pacientes por hora. "Hubo una reducción, ahora no se abrirá ningún consultorio", resumió. "Estamos dispuestos a sentarnos y a dialogar; responsabilizamos al gobernador de haber llevado el conflicto a esta instancia", añadió la profesional.

Asus, en tanto, calificó al Gobierno de insensible. "Sabiendo que con esto afectamos a los más humildes, a los pacientes del PAMI, no se interesa por solucionar el conflicto. No queríamos tomar esta decisión, pero necesitamos llamar la atención del gobernador para que nos atienda", concluyó.